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Tiermes

Ramas y raíces - IV

Ramas y raíces - IV

El Baobab es un árbol impresionante en todos los sentidos. De sólo contemplarlo uno se siente minúsculo ante semejante portento de la naturaleza. Pero asombra todavía más que un titán de tales medidas sea capaz de sobrevivir en un lugar donde el agua no es precisamente abundante. Por último, los senegaleses veneran sus frutos porque están llenos de propiedades. No es de extrañar que el Baobab, el rey de la selva vegetal, creciera arrogante y desafiara a los mismos dioses. Para bajarle los humos los dioses lo arrancaron de cuajo y lo lanzaron al aire, es por eso que al caer enterraron su copa en la tierra, y sus ramas tienen ese aspecto de raíces al viento.

Todo tiene su lugar en el cosmos, y nadie puede alterar el orden sin despertar la cólera de los dioses. Los mangos, por ejemplo, son otro de los árboles nacionales. Pero los mangos son mucho más cercanos a los hombres. No hay bosques de mangos, pero en cambio, cada poblado tiene un mango debajo del cual los ancianos se reúnen a debatir sobre el tiempo, los matrimonios, la vida y la muerte. No somos tan distintos unos de otros. El viejo olmo del portalejillo tenía las mimas funciones. A la salida de misa los hombres se reunían alrededor y comentaban el sermón del señor cura. Si no había misa éramos nosotros, los chavales, los que nos reuníamos a su alrededor para contarnos historias que sólo podíamos explicar en ausencia de los mayores. Otro arbusto fundamental era la parra. Había una en casa de Julián, pegada a la plaza. Allí se sentaban las abuelas para descansar y darle a la sin hueso cuando iban a buscar agua a la fuente. Allí esperábamos nuestro turno para jugar al frontón cuando apretaba el sol y no se podía aguantar en las escaleras de la iglesia.

2 comentarios

oscar -

espero que para entonces el mundo continue teniendo árboles, no importa la especie, y ese mercado sea justo.
¿somos una panda de utópicos, no?

el de Berlanga -

Si, es cierto que no hay mucha diferencia entre los hombres en cualquier parte del mundo: baobabs, mangos, olmos, parras...
y todavía habrá menos diferencias cuando el libre mercado tambien incluya a los paises pobres de Africa.