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Silencios

Silencios

El Parlamento Europeo condena el golpe de estado de 1936 y la dictadura en la que Franco sumió al país durante 40 añitos -total, un suspiro- y el PP no sólo vota en contra, sino que Mayor Oreja se dedica a hablar del peligro de una segunda transición y de la inminente quiebra de España.
Y me pregunto yo que si les costaría tanto. Total, están tan acostumbrados a mentir, que aunque nadie se iba a creer su arrepentimiento -o si les parece demasiado fuerte, su condena- y quedarían la mar de monos. Total, si hasta el papa con pasado nazi ha pedido perdón por el silencio de la Iglesia ante el genocidio de judíos. Tarde, pero más vale tarde que nunca, dicen. Y digo yo que los vástagos que rompieron aquella España que les sale por la boca cada vez que hablan, podrían hacer un llamamiento a la reconciliación desde el perdón. Es así como se gana el cielo, ¿no? A ver si ahora va a resultar que no, que en el único cielo en el que creen es el de la tierra y por ello crean en él paisajes dignos del Apocalipsis y abren las puertas del infierno para quemar a los no creyentes.
Lo de la condena se parece un poco a lo de las estatuas. ¿Se acuerdan de la que montaron cuando les quitaron el infame a caballo de no sé qué calle de Madrid? Por mí como si lo quieren poner en el jardín de casa e idolatrarlo junto a estatuillas de gnomos, pero me temo que la ecuestre figura huele a anticonstitucional. ¿Les suena la palabra? Es la que viene después de socialistas, ETA, Estatut y diálogo cuando la pronuncia Rajoy & friends. Como si el silencio pactado en el ’78 fuera lícito, pero no las conversaciones de 2006 para acabar de una vez por todas con las bombas. Y lo bueno es que yo también estoy a favor del silencio, pero es que hay muertos que están pegando gritos en fosas comunes, calles que al leerlas en el callejero te traen sangre a la boca y nombres de pueblos apestados por la muerte.


Ya hablé de San Leonardo de Yagüe hace algunos meses. Desde entonces he estado leyendo sobre el caso. El teniente coronel Yagüe estaba destinado en Ceuta cuando Franco se levantó con el pie derecho el 18 de julio. Pero estuvo poco tiempo, la plaza aguantó poco o nada, y enseguida cruzó el estrecho con sus tropas en un convoy de buques mercantes protegidos de la flota republicana por los bombarderos italianos Savoia 81 y 3 acorazados alemanes. La mayor hazaña por la que se le recuerda es la de Badajoz: “No se podía distinguir entre combate y represión porque, desde el momento en que penetraron en la ciudad, no hubo nadie que diera órdenes para continuar o cesar el fuego […]. La plaza de toros se convirtió en campo de concentración. Muchos milicianos, y todavía más carabineros, fueron fusilados por orden de Yagüe. […] Probablemente nunca se sabrá el número exacto de muertos. Puede que no llegaran a los 1.800 de que habla Jay Allen, del Chicago Tribune. (Thomas, H. La Guerra Civil española. Barcelona: Grijalbo Mondadori, 1995, Vol. I, pp. 406-407) y “El coronel Yagüe dijo a un corresponsal portugués que quizá 2.000 era un cifra ligeramente elevada. Nadie puede decir con seguridad si el coronel sabía exactamente cuántos eran los fusilados, o si se contentó con dejar suponer al periodista que él había mandado fusilar a todos esos hombres como si tal cosa.“ (Jackson, G. La República española y la guerra civil (1931-1939). Barcelona: Orbis, 1985. pp. 243-247).


De la batalla y la inmediata represión se hace una descripción brutal, con las tropas moras castrando a sus víctimas, montones de cadáveres expuestos para dar ejemplo, e incluso se afirma que a los fusilamientos en masa en la plaza de toros se invitaba a personalidades del bando rebelde para que asistieran al espectáculo.

No hace falta creer a pies juntillas la descripción de la batalla, la realidad, ya se sabe, supera a la ficción. La wikipedia recoge sólo una frase de la entrevista que le hizo el corresponsal extranjero John T. Whitaker a Yagüe. Le cuestionaba la masacre perpetrada en la plaza de toros, y Yagüe responde: "Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿suponía que iba a llevar 4000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contra reloj? ¿suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?."

El baile de cifras es lo de menos, lo de más es que esos muertos ya no van a poder bailar, y en cambio, en las fiestas de San Leonardo los 2.000 vecinos, más o menos la cifra que manejan los historiadores sobre la masacre, bailan ajenos al apellido que Franco le puso al santo de su pueblo. Que quede claro que no critico a la población, ni de San Leonardo ni de ninguna parte. Por lo general, la gente no está para historias y ni saben, ni les importa, quién es el tipejo en cuestión al que conmemora una placa, son las instituciones las que deberían estar al tanto de borrar los símbolos, ponerle nombre a los muertos y a los asesinos y entonces, tal vez, se podrá hacer el silencio. Hasta entonces, que se callen ellos.

1 comentario

Juan Antonio -

Y lo peor es que vivo en Cracovia, Polonia, y para muchos las palabras del eurodiputado polaco que dijo que Franco fue el Salvador de España fueron totalmente ciertas. Pero bueno, aquí más de un 90% de la gente cree que el papa polaco fue el personaje más importante de la historia de la humanidad. Ni Newton, ni Galileo, ni Mozart, ni Bach, Ni Miguel Ángel, ni siquiera Maradona! Y yo me creía que Andalucía es el culo del mundo, y que éramos los más ignorantes y fanáticos.
P.S.: Por cierto, que el papa nazi no pidió perdón, por lo menos es lo que se decía en la prensa polaca. Pidió perdón en tanto que alemán pero no como jefe de estado del Vaticano.