La constelación del Fracaso - III
A Pablo García Casado lo había conocido entre tapas y poesía durante la presentación del número 2 de Perfil del aire, en Córdoba. Aunque conocer es un verbo muy amplio y difuso. Él estaba sentado tras una mesa y hablaba de la revista, yo tomaba una cerveza y escuchaba entre el resto de la gente.
Apenas unos meses antes mi amigo José me había pasado El Mapa de América, y me chocó que la amarga exactitud de su pluma se hiciera carne en un individuo majete y sencillo que parecía estar más preocupado por el olor de la caca de su hijo recién nacido, que por el perfume de las musas. Más tarde, en Barcelona, asistí a un recital suyo, y al acabar le estreché la mano que me supo igual humana de cómo recordaba. Después nada.
La semana pasada entré a Documenta, una de esas librerías de referencia en la ciudad. Buscaba un libro para regalarle a Rubens por su cumpleaños, el día 1 de enero, nada más sonar las campanadas. Hacía poco me había hablado de su último descubrimiento, la voz de Kapucinsky a través de Ébano, así que no dudé en comprarle los Viajes con Herodoto. Pero claro, entrar a una librería y salir ileso es tarea imposible, así que me entretuve entre estantes y mesas de novedades.
Ahí estaba Dinero, el último libro de Pablo García Casado.
2 comentarios
jgobrero -
El pañuelo es un mundo.
jk -
pero me lo apunto.