Shaagay
Shaagay es su nombre en aquellas latitudes, y tiene las mismas reglas que me había explicado mi madre. La oscuridad ya se había adueñado del campamento, así que la vía láctea me llevó de nuevo a Tiermes. ¿Quién demonios había traído esos cuatro huesos a ese lugar remoto del mundo? Esa fue la primera y egocéntrica pregunta que me vino a la mente, como si no hubiera podido ser al revés, como si los hombres de Genghis Khan o el mismísimo Marco Polo no hubieran podido llevar en los bolsillos esos cuatro huesos como un juego con el que entretener las noches de su largo viaje hacia Europa, y de ahí hubiera llegado a la adormecida meseta. Más tarde seguí la pista. Ya en la Ilíada se menciona una partida de tabas (canto XI), y los romanos las llamaban Alea (suerte), de donde provendría la famosa frase: Alea jacta est! Y más tarde incluso en America Latina hay referencias del juego. También puede ser que diferentes pueblos unidos por una misma cultura ganadera hubieran desarrollado un juego de similares características. El despiece de las reses es algo natural como demostraban las niñas de Montejo al no hacerle ascos a los cuatro astrágalos, y el uso de huesos como materia prima es tan primitiva como la habilidad del homo sapiens. Si a esto le sumamos la inquietud del ser humano por ocupar el tiempo (el juego de azar), o de conocer lo que éste le depara, no tiene porque parecernos tan extraño que el mismo juego se desarrollara en lugares y momentos tan alejados.
(la fotografía: Niña jugando a las tabas, Siglo XIX, Bronce. Museo Cerralbo. Escultura tomada de una obra helenística original del s. II a. C. no conservada, pero de la que se tiene noticia a través de una copia romana.
2 comentarios
Gemma -
De un reportaje de El Mundo.
Es la repera ir a encontrarse algo tan próximo en un lugar que para uno está tan lejos. Porque además la sensación del tiempo también cambia. Como si uno ya hubiese estado existiendo hace montones de años en otra parte. Bueno, o esa fue la sensación que tuve en Alcalá al irme cruzando por la calle con gente que de pronto era familia mía.
Joanna -