Ibort
Ibort no tendría nada de especial tan solo por ser uno más de entre la docena de pueblos abandonados en nuestro país. Lo que hace especial a esta aldea es que después de que la hiedra empezara a roer la piedra, un grupo de jóvenes decidiera establecer allí su hogar robándole el botín al olvido.
Ibort se encuentra en pleno Pirineo Aragonés, lo que significa que los inviernos son especialmente duros. Los últimos ancianos que resistían se acabaron trasladaron a tan solo 7 kilómetros, al vecino Sabiñánigo, donde una residencia les ofreció todos los servicios y comodidades que el pueblo ya no les podía proporcionar. Carmen asegura que cuando vuelven por sus antiguas tierras no hay resquemor en sus miradas, las casas o lo que de ellas quedaba- fueron compradas, por lo que los antiguos propietarios no pueden quejarse de ocupación alguna, y se lo miran todo entre escépticos y nostálgicos, pero contentos al fin y al cabo de que el bosque no se haya comido los caminos y la iglesia no se haya venido abajo.
4 comentarios
Joanna -
Gracias por lo del silex jejej, me hizo mucha ilusión.
el de berlanga -
salvo el crepúsculo"
Basho
Anónimo -
ps: felicidades por tu hallazgo de sílex!
joanna -