Una tarde en el Prado - II
Tengo en Madrid una amplia parentela, y un nutrido grupo de amigos, casi todos originarios de Tiermes, hijos de aquellos que cogieron el camino contrario del que tomaron mis padres cuando emigraron. El caso es que entre bodas, comuniones y bautizos, visitas esporádicas y juergas varias, me he dejado caer por los madriles en más de una y de dos ocasiones, nunca, sin embargo, había ido al Prado. En mi descargo debo decir que allá por la lejanía de COU, en alguna visita cuyo motivo no recuerdo, aproveché un lunes ocioso para visitar el museo. Iluso de mí, descubrí que el lunes es día de guardar por todos los museos del mundo mundial, y me quedé en el Jardín Botánico visitando las adelfas. Azares del destino, me topé con Mª Antonia Segura, mi profesora de Lite, la adorable culpable de mi afición por las letras, y me adoptó en un paseo entre las flores que recordaré por los tiempos de los tiempos. Pero ya me estoy yendo. El caso es que desde entonces el Prado era una de esas causas pendientes que no encontraba el momento de abordar, cuya escusa era siempre Stendhal. Hasta este febrero.
6 comentarios
el de tiermes -
por soñar, que no quede.
el de Berlanga -
Y los sueños, sueños son
tiermes -
soros -
De el Prado, he estado varias veces pero como ya era una persona "sensata" me cogía una galería o un pintor y ya valía por ese día. Como los niños. No lo he visto al completo.
Saludos.
el de tiermes -
acabo de repasar tu blog y he redescubierto el artículo donde haces mención al extraño pacto entre los gobiernos español y de eeuu, cambalache por el que las pinturas de san baudelio deberían hallarse en el Prado. no las vi, ni pregunté por ellas porque no lo recordaba, lástima. están expuestas o las tienen en depósito. espero que volver por allá no me cueste tanto tiempo y pueda disfrutarlas, o mejor aún que las repongan en lugar de origen y puedas enseñármelas.
saludos!
el de Berlanga -