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Tiermes

Las 3 hermanas (II)

Las 3 hermanas (II)

Dicen que mi abuelo Higinio era callado y seriote, pero que con una mirada se hacía entender sin necesidad de palabras, sobre todo en lo que se refería a poner firmes a sus tres hijas. Amancia, la abuela, era la que tomaba la palabra, y cuidaba de las tres como si de tres joyas se tratara. Y por ese mismo amor tenía miedo de perderlas, o de que se perdieran, que no es lo mismo, pero es igual. Cuando llegaban las fiestas del pueblo le daba por limpiar la casa a fondo, y ya ves a las tres niñas con los cubos de agua y los estropajos arrodilladas por el suelo de la planta baja, del primer piso… y cuando creían que ya acababan, la abuela se acordaba de la cámara, de los cristales de las ventanas de la cámara.
- Pero madre, si esos cristales no los ve nadie más que los ratones.
- Dios lo ve todo. Arreando para arriba.
Después de pasar todas las pruebas, como si de un cuento se tratase, las niñas podían salir al baile, y esa música era un gusto para los oídos y los pies, que por fin se meneaban después de haber estado encogidos mientras fregaban el suelo. Y si dicen que lo bueno, si breve, dos veces bueno, aquellas fanfarrias debían de resultarles buenísimas, porque llegada la hora de la cena mi abuela las engatusaba diciendo que, pobrecitas, debían de andar rendidas después de tanto trabajo, que se acostaran, que en cuanto llegara la segunda parte del baile, ella subía a despertarlas para que siguieran el baile en la velada. Y las avisaba, sí, pero a la mañana siguiente.
Así un año tras otro, hasta que las niñas, que ya no eran tales, aprendieron a no quejarse: “¿Acostarnos?”, decía una. “¿Cansadas?”, añadía la otra. “Descuide madre, que nos ha criado fuertes”, acababa la tercera.

4 comentarios

el de tiermes -

vivos y puros, como la pura verdad.

JK -

Si, cómo se recarga uno con los verdes tan vivos de la primavera, y con el aire tan puro de nuestra tierra. Y aunque no haya verdes tan vivos.

el de tiermes -

sí, la verdad es que fue muy gratificante en muchos sentidos. volví con las pilas recargadas y el zurrón lleno de historias que iré desgranando.
un besote!

Joanna -

me encanta que este último viaje lo estes reflejando aquí, sigue ehhhhh